Personalización de la resolución de pantalla en Windows 10
Es difícil negar que Windows 10 ofrece una amplia gama de opciones cuando se trata de la resolución de pantalla. Cambiar la resolución a una de las configuraciones predefinidas es bastante fácil, pero cambiar a una configuración no precargada puede ser un poco complicado.
Existen muchas razones por las cuales Windows puede no proporcionar la resolución óptima que necesitas. Si estás buscando la resolución perfecta, hay dos opciones disponibles para ti. En este artículo, aprenderás cómo personalizar tu pantalla a través del adaptador de pantalla y utilizando software de terceros.
¿Por qué cambiar tu resolución?
Uno de los propósitos más comunes para usar una resolución fuera de los parámetros establecidos es para los juegos retro, donde los usuarios desean experimentar los juegos en sus resoluciones originales. Los monitores de computadora han avanzado mucho en la última década, y las resoluciones para las que se diseñaron muchos juegos antiguos ya no son compatibles. Para los jugadores que desean una experiencia auténtica, esta es una tarea que vale la pena asumir.
Otra aplicación potencial es tener una idea de cómo se verán las resoluciones futuras. Las pantallas 4K ya están aquí, pero no todos tienen acceso a ellas. Si deseas tener una idea aproximada de cómo se ve esa alta resolución, puedes hacerlo. Ten en cuenta que ningún software mejorará la calidad de tu monitor, pero al menos podrás ver cómo es tener tanto espacio en tu escritorio.
Por último, es posible que simplemente desees otra resolución. Más espacio en la pantalla, comodidad para la lectura o una simple preferencia son razones válidas para probar una resolución personalizada. Si utilizas estos métodos para experimentar con resoluciones altas, también puede resultarte útil cambiar el tamaño de tus fuentes e iconos para mantener todo en orden.
Cambiar la configuración del adaptador de video
La primera forma de acceder a más resoluciones es a través del adaptador de pantalla. Este es un proceso simple que solo requiere ajustar algunas configuraciones y no tiene ningún riesgo asociado. Se recomienda utilizar este procedimiento si satisface tus necesidades, ya que las resoluciones a las que te dará acceso estarán garantizadas para ser compatibles con tu tarjeta gráfica.
- Haz clic derecho en cualquier parte del escritorio para revelar el menú y selecciona “Configuración de pantalla”. También puedes abrir el menú “Ajustes” y seleccionar “Sistema”.
- En la ventana de configuración de pantalla, desplázate hacia abajo para encontrar “Configuración avanzada de pantalla”.
- Después de acceder a la configuración avanzada, haz clic en “Ver propiedades del adaptador” de tu monitor.
- En las propiedades, haz clic en el botón que dice “Enumerar todos los modos”. Esto mostrará todas las resoluciones compatibles con tu adaptador de pantalla, que probablemente sean muchas más que las admitidas por Windows 10. Elige la resolución que deseas y haz clic en “Aplicar” para cambiar a ella.
Esto funcionará de manera similar a cambiar la resolución desde la configuración de pantalla. Después de activar la resolución deseada, se te pedirá que reviertas el cambio o que lo mantengas.
Si bien este es un procedimiento simple que ampliará las opciones de resolución disponibles, es posible que desees ir más allá y elegir una resolución completamente personalizada. En ese caso, necesitarás un software de terceros.
Un poco de ayuda externa: Utilidad de resolución personalizada
Si aún no estás satisfecho con las opciones anteriores, existe una aplicación diseñada para ayudarte a personalizar la resolución de tu monitor. Se llama Utilidad de resolución personalizada. Ten en cuenta que esta aplicación no funciona con adaptadores de pantalla Intel y realiza modificaciones en el registro de tu sistema. Además, es recomendable ceñirse a las resoluciones que normalmente serían compatibles con tu dispositivo.
Esta utilidad es gratuita y no requiere instalación. Una vez que la descargues, simplemente ejecútala y detectará automáticamente tu monitor. Haz clic en “Add” cuando hayas seleccionado tu monitor y se te dará la opción de crear una resolución completamente personalizada.
Cuando hayas terminado de hacer tu elección, ejecuta la aplicación “Restart” que se encuentra en el archivo comprimido que descargaste. Esto reiniciará tu adaptador de pantalla y aplicará la nueva resolución personalizada.
Ten en cuenta las pautas básicas de proporciones para evitar problemas. Si terminas con una pantalla que no funciona, utiliza el archivo ejecutable “Restart All” que también se encuentra en la descarga comprimida.
Cómo establecer una resolución personalizada en Windows 10 con gráficos Intel
Si tienes gráficos Intel, simplemente puedes utilizar el panel de control incorporado para modificar y personalizar tu resolución.
- Haz clic derecho en el escritorio y selecciona “Configuración de gráficos Intel”.
- Para configuraciones de pantalla simples, puedes permanecer en la página “Configuración general” y ajustar el menú desplegable “Resolución”.
- Si necesitas una configuración personalizada, selecciona “Vistas personalizadas”. Recibirás una advertencia sobre el riesgo de sobrecalentamiento, así que asegúrate de saber lo que estás haciendo.
- Ingresa la configuración de resolución deseada y haz clic en “Add”.
Decide personalizar
Además de codificar tu propia aplicación o editar manualmente el registro, estas son las mejores opciones disponibles para aplicar una resolución personalizada en Windows 10. Puedes elegir la ruta del adaptador para evitar posibles problemas pero sacrificar algo de personalización, o puedes optar por la Utilidad de Resolución Personalizada, que te brinda un control total pero puede causar problemas menores en algunas configuraciones. También puedes utilizar las funciones que ofrecen Intel, AMD y Nvidia para personalizar tu resolución a tu gusto.
¿Conoces otra forma de personalizar la resolución en Windows? ¿Qué te hizo querer personalizar tu resolución en primer lugar? Cuéntanos en los comentarios a continuación.
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